Los que me conocen desde hace muchísimos años saben que yo no estoy interesado en convertir a nadie al gnosticismo. Que siempre he pensado que el proselitismo es una actitud egoísta y les he dicho a los estudiantes gnósticos que debemos trabajar por la felicidad de todos los seres, no por la conversión de las personas a una creencia distinta. Mi objetivo es presentar conceptos gnósticos que sean aceptables y útiles para todas las personas sin distingos de ninguna clase, creyentes y no creyentes.